Antonio Belmonte García que consigue el Grado Profesional de Música
Antonio Belmonte García, a los 19 años, es la primera persona con autismo que consigue el Grado Profesional de Música en un conservatorio público, en España. Ha cursado con éxito los 10 años de formación Elemental y Profesional, en la especialidad de contrabajo.
A los 4 años comenzó su formación musical en la academia Molto Vivace, trabajando
el piano y, poco después, guitarra y violín.
A los 5 años afinaba las guitarras a la perfección y sin ningún tono de referencia. Así fue como descubrimos que Antonio tiene oído absoluto, rara capacidad que posee una de cada 10.000 personas.
Con 9 años, superó la prueba de acceso en el Conservatorio Torrejón y Velasco. En 2014 finaliza los 4 cursos de Enseñanzas Elementales, y aprueba el acceso a Enseñanzas Profesionales. Es, probablemente, la única persona con esta discapacidad que ha llegado a este nivel en un conservatorio público en España.
Antonio ha recogido una serie de méritos profesionales que comienzan con la formación del grupo Alhambra Albacete, formado por Antonio Belmonte, su padre y su profesor de apoyo Juan Antonio Osma.
En los últimos 7 años, el grupo ha ofrecido más de 100 actuaciones por toda España, ha recibido numerosos premios y reconocimientos, y ha tenido gran seguimiento mediático en prensa, radio y televisión.
En el grupo, Antonio elige los temas, realiza los arreglos, compone temas originales y toca varios instrumentos.
Para celebrar su décimo aniversario, la FACLM quiso hacer un reconociendo de forma pública al compromiso y la labor de personas y/o entidades a favor de la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias. Entre los premiados se encontraba Antonio Belmonte García en la categoría de Trayectoria personal, el galardón fue entregado por Dña. Marian Marchante Calcerrada. Directora General Inclusión educativa y programas.
Antonio es el mayor de tres hermanos. El diagnóstico «trastorno del espectro autista» le llegó a los 24 meses y, desde entonces, sus padres y, más tarde sus hermanos, Lucía y Pepe, no han dejado de luchar por su integración.
Psicólogos, logopedas, maestros o músicos, Antonio ha contado con más de cincuenta profesionales y un tesón fuera de lo normal para llegar a lo que es hoy, un músico. El contrabajo se ha convertido en su medio de expresión, en el instrumento que compensa sus dificultades con el lenguaje verbal.
Reivindicamos más inversión en educación e inserción laboral, para poder ofrecer a las personas con autismo las oportunidades que se merecen, y que puedan cumplir sus objetivos y así tener la oportunidad de tener una vida plena.