12 llaves para la inclusión de las personas con TEA: Sanidad
Respecto a la salud hay que destacar que, las personas con TEA tienen una serie de necesidades específicas que es preciso tener en cuenta a la hora de promover una atención específica e integral a su salud. Para ello, es imprescindible impulsar la elaboración y generalización de procesos de atención sanitaria integrales para personas con TEA, que promuevan una atención ajustada a sus necesidades, facilitando la adaptación de la atención médica y las condiciones en las que ésta se presta.
La salud de las personas con TEA es más vulnerable, puesto que es muy difícil detectar situaciones críticas de salud, da lugar a que en ocasiones no se descubran a tiempo y por ello, sufrir complicaciones innecesarias. A las personas con TEA les cuesta identificar y reconocer sus propias emociones y sus dolencias, y les resulta muy complicado transmitirlas y explicarlas a los demás. Lo que dificulta enormemente determinar un diagnóstico temprano y acertado.
Los procedimientos médicos y sanitarios no suelen estar adaptados a su forma de comprender, provocando altos niveles de desorientación y ansiedad, que devienen en conductas alteradas, pudiendo impedir la adecuada atención integral sanitaria de las persona con TEA.
Se debe intervenir de manera inmediata o estaremos vulnerando el derecho que tienen reconocido todos los ciudadanos: recibir una asistencia sanitaria pública de calidad, así como el derecho de gozar de un alto nivel de salud sin discriminación por razón de discapacidad (artículo 25 de la Convención sobre derechos de las personas con discapacidad).
Es necesario formar e informar a los profesionales de pediatría y neuropediatría en materia Autismo y en los recursos disponibles en la región para su derivación, además de establecer un protocolo de derivación a los centros altamente especializados en TEA.