Nos encontramos en un contexto político, social y económico en continuo cambio que genera incertidumbre a las entidades de atención a personas con TEA y sus familias. El crecimiento equilibrado y sostenible de las entidades requiere de un proceso de transformación organizacional. Nuevos tiempos traen aparejado nuevas formas de hacer, de relacionarnos y de ser. Las entidades encontramos en la convergencia soluciones a los retos actuales; avanzamos de alianzas y el trabajo en red a la cooperación operativa y la cohesión.
Debemos adaptarnos, reinventarnos y transformarnos en entidades innovadoras que se apoyan en sus aliados naturales tejiendo redes juntos y por un fin común, una sociedad inclusiva y justa.